La noche ya estaba sobre la ciudad, las calles se encontraban vacías y silenciosas, todos ya estaban en sus casas, una gran luna llena iluminaba el cielo las estrellas brillaban con gran intensidad como no lo hacían desde hace muchos años, repentinamente el silencio total se vio interrumpido, las campanas de la torre de una vieja iglesia comenzaron a replicar, tocaron una vez, dos veces, siguieron sonando, cuando sonó la doceava campanada, todo volvió a ser silencio, un silencio diferente al anterior, un silencio tenso, un silencio que daba temor. Sombras aparecieron por las calles, siluetas oscuras, no se lograba percibir su forma, solo se veía una oscuridad mas oscura que el resto, se movían sigilosamente, pasando calle a calle, observando, patrullando, observando; no hacían ruido, no se escuchaban pisadas, pero sin embargo ahí estaban. Recorrieron todas las calles, hasta que todas se vieron reunidas en frente de la iglesia de donde habían sonado las campanas, 12 campanadas habían sonado, 12 sombras se encontraban frente a la iglesia, las sombras parecían comunicarse, pero no pronunciaban palabras, no hacían movimiento alguno. Después de un rato volvieron a patrullar las calles, sus calles, de su mundo.
Pocos recuerdan cual fue el inicio de todo esto... El día comenzó como si nada, la ciudad se veía mas viva que nunca, llena de gente, llena de vida, los mercaderes se acercaron a la explanada delante de la iglesia para poner sus pequeñas tiendas y comenzar a trabajar, las tiendas establecidas comenzaron a abrir sus puertas, un gallo cantaba a lo lejos anunciando que comenzaba el día, para cerca del medio día la ciudad ya se encontraba llena de gente, el mercado estaba lleno de gente, gritos de mercaderes ofreciendo sus productos, gritos de la gente intentando comprar, la bulla se escuchaba a calles de distancia, el cura en la iglesia se preparaba para la misa de las 12 junto con sus acólitos, que recorrían la iglesia a prisa para tener todo en orden. el sol ya se encontraba sobre la ciudad, seria un día muy caluroso. Todos hacían su vida con normalidad, no esperaban lo que estaba pronto a suceder, la oscuridad, las tristezas, las llamas y la destrucción nadie se imaginaba nada de esto. El sol estaba por ponerse tras las montañas. La oscuridad cubrió la ciudad pero esta continuo viva, las luces de los bares iluminaban las calles, hacia las calles se proyectaban las luces de las casas. Un gran numero de gente paseaba por las calles hablando animadamente, todo era paz y tranquilidad.
La gente continuaba su vida normal, un rayo atraviesa el cielo, eran las doce de la noche, comienza a temblar, la tierra comienza a sacudirse con tal fuerza, toda la gente se desespera, corren en cualquier dirección, mientras otras se lanzan al suelo a rezar o a llorar, repentinamente el temblor termina. Todos salen a las calles para hablar de lo sucedido, sin darse cuenta todos comienzan a dirigirse a la explanada frente a la iglesia, algo raro había sucedido, algo había cambiado, un niño caminando tomado de la mano de su mamá le dice- mamá, todas las luces están apagadas- su madre se percata que el niño tenia razón, pero no le toma importancia, el resto de la gente no se da cuenta por que era noche de luna llena y las estrellas brillaban, era una noche clara. La mayoría de la gente se reunió enfrente de la iglesia, todos comentaban lo sucedido, todos ya se encontraban mas calmados, la gente comenzaba a volver a sus hogares, en eso un fuerte grito se oye por toda la ciudad, dejando el alma helada de quienes lo oyeron.
Pocos recuerdan cual fue el inicio de todo esto... El día comenzó como si nada, la ciudad se veía mas viva que nunca, llena de gente, llena de vida, los mercaderes se acercaron a la explanada delante de la iglesia para poner sus pequeñas tiendas y comenzar a trabajar, las tiendas establecidas comenzaron a abrir sus puertas, un gallo cantaba a lo lejos anunciando que comenzaba el día, para cerca del medio día la ciudad ya se encontraba llena de gente, el mercado estaba lleno de gente, gritos de mercaderes ofreciendo sus productos, gritos de la gente intentando comprar, la bulla se escuchaba a calles de distancia, el cura en la iglesia se preparaba para la misa de las 12 junto con sus acólitos, que recorrían la iglesia a prisa para tener todo en orden. el sol ya se encontraba sobre la ciudad, seria un día muy caluroso. Todos hacían su vida con normalidad, no esperaban lo que estaba pronto a suceder, la oscuridad, las tristezas, las llamas y la destrucción nadie se imaginaba nada de esto. El sol estaba por ponerse tras las montañas. La oscuridad cubrió la ciudad pero esta continuo viva, las luces de los bares iluminaban las calles, hacia las calles se proyectaban las luces de las casas. Un gran numero de gente paseaba por las calles hablando animadamente, todo era paz y tranquilidad.
La gente continuaba su vida normal, un rayo atraviesa el cielo, eran las doce de la noche, comienza a temblar, la tierra comienza a sacudirse con tal fuerza, toda la gente se desespera, corren en cualquier dirección, mientras otras se lanzan al suelo a rezar o a llorar, repentinamente el temblor termina. Todos salen a las calles para hablar de lo sucedido, sin darse cuenta todos comienzan a dirigirse a la explanada frente a la iglesia, algo raro había sucedido, algo había cambiado, un niño caminando tomado de la mano de su mamá le dice- mamá, todas las luces están apagadas- su madre se percata que el niño tenia razón, pero no le toma importancia, el resto de la gente no se da cuenta por que era noche de luna llena y las estrellas brillaban, era una noche clara. La mayoría de la gente se reunió enfrente de la iglesia, todos comentaban lo sucedido, todos ya se encontraban mas calmados, la gente comenzaba a volver a sus hogares, en eso un fuerte grito se oye por toda la ciudad, dejando el alma helada de quienes lo oyeron.
Continuara...
PD: Esta es una historia que iré escribiendo poco a poco...
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