Caminado llego a un cruce en la carretera, un olor a azufre danza en el aire
y de la nada un viejo de barba puntiaguda y nariz afilada me sale al camino,
me pregunta -¿ quieres todo lo que siempre deseaste? yo puedo dártelo-
lo miro un segundo, la respuesta ya la sabia, no necesitaba pensarlo,
-para que quiero todo lo que siempre deseé, si lo mejor de desear algo
es luchar para conseguirlo?- el viejo me miro extrañado, un segundo
después había desaparecido, y yo proseguí mi marcha, buscando
el camino que me guiara a la felicidad.
martes, 29 de septiembre de 2009
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